Si sois seguidores de nuestros artículos os habréis dado cuenta que el tema de hoy es algo diferente a los que solemos tratar. En Devia, además de ser asesores tecnológicos, también os queremos asesorar sobre cómo sacarle todo ese potencial a los productos para que vuestros clientes encuentren lo que buscan. La colocación de productos de forma lineal en las tiendas es un aspecto clave para aumentar tus ventas. Si quieres saber cómo hacerlo, quédate hasta el final del artículo.
Una colocación de productos en lineal es la forma más correcta de ofrecer a los clientes los productos de nuestra tienda para atraerlos y que compren nuestros productos. Características como la altura, el tamaño o la visibilidad son claves para influir en la decisión de compra. Un producto que no esté visible para el cliente es un producto que jamás será comprado.
ESPACIO Y DISTRIBUCIÓN
Lo primero que tenemos que hacer es ser conscientes del espacio que tenemos. Independientemente de que el espacio sea más grande o más pequeño, siempre podremos organizar todos los productos para que estén visibles al cliente.
Si tenemos un espacio abierto, es decir, que no hay pasillos, debemos organizar los productos de una forma que sea agradable a simple vista y facilite la localización de todos los productos. Si por el contrario tenemos pasillos, debemos crear un recorrido en el que el cliente recorra todos los lugares sin generar sensación de pesadez por no encontrar lo que busca.
COLORES Y TAMAÑOS
La forma más común y la que mejor resultados ofrece es colocar los productos según sus colores y tamaños.
Los productos que comparten la misma gama de tonalidad se deben colocar juntos, siempre y cuando sean colores sólidos. Si por el contrario tienen estampados, es mejor intercalarlos con productos que tengan colores sólidos para así no saturar a la vista.
En cuanto al tamaño, hay que tener muy en cuenta las líneas rectas horizontales que se forman con los productos. ¿Esto que quiere decir? Cuando colocamos los productos en las estanterías, debemos distribuirlos en grupos de tamaños similares, para que así, a lo lejos, nos produzca una sensación de armonía visual al ver que todo está a la misma altura. Si por el contrario pusiéramos productos de diferentes tamaños, la sensación que nos produciría sería de caos y desorden.
NIVELES
Los productos deben estar siempre accesibles al cliente. No obstante, dentro de esta accesibilidad, podemos colocar los productos a tres niveles de altura:
- Al nivel de los ojos: Estos productos son los que, echando un simple vistazo, son en los que primero nos fijamos y que captan la atención del cliente. Es por ello que si tenemos productos en oferta, lo correcto sería colocarlos a esta altura.
- Al nivel de las manos: En este nivel se deben de poner los productos más recurrentes, es decir, los que los clientes compran con más frecuencia, ya que a esta altura los productos son más rápidos y fáciles de coger.
- Al nivel de los pies: Son los productos que se encuentran más cerca del suelo. Aquí se suelen poner dos tipos de productos. Por un lado, los de niños, ya que al estar a su altura pueden cogerlos y conseguir que sus padres los compren. Por otro lado, se colocan los productos que menos se suelen vender y que tienen una menor demanda.
OTROS ASPECTOS
Como vemos, la forma de colocar nuestros productos es un factor fundamental para influir en la decisión de compra de nuestros clientes. No obstante, hay otros factores que hay que tener en cuenta:
- Limpieza: Por muy buena colocación de productos que tengamos, si la tienda no tiene unos mínimos de limpieza e higiene, afectará de manera negativa a la experiencia de compra del cliente, pudiendo dejar de comprarnos e irse a otro sitio.
- Iluminación: En nuestra tienda la iluminación debe ser suficiente y homogénea, es decir, que todas las zonas de nuestros productos estén correctamente iluminadas para que se puedan ver bien los productos.
- Producto en buen estado: Que el producto esté en un estado perfecto es fundamental para que el cliente lo compre. Si el producto tiene algún desperfecto, el cliente rechazará comprarlo.
Tener en cuenta la forma de colocar nuestros productos en la tienda es una pieza clave para aumentar las ventas del negocio. Con la colocación de los productos en lineal, conseguimos captar la atención del cliente y ofrecerle el producto de una forma fácil, accesible y visualmente armónica.