Marketing tiendas

¿Qué son las zonas calientes y las zonas frías de una tienda?

En anteriores artículos hablamos de la importancia de una buena colocación de los productos en una tienda, con el fin de hacerlos visibles al cliente y que éste acabe comprándolos. Además de una buena colocación, existen diferentes zonas en una tienda para colocar los productos, las llamadas zonas calientes y zonas frías. A continuación, vamos a explicar cómo sacarle el máximo partido a tus productos en las diferentes zonas de la tienda.

ZONAS CALIENTES

Cuando un cliente entra en una tienda suele seguir un itinerario para ver todos los productos. Dependiendo del mobiliario y la colocación de los productos, se generarán zonas calientes y zonas frías.

Las zonas calientes son los espacios en los que se genera un mayor tráfico de personas. Es lógico entonces que en este tipo de zonas estén los productos que produzcan una mayor demanda. Este tipo de zonas tienen una buena visibilidad y son un sitio ideal para colocar los productos que queremos que se vendan. Por ejemplo, la entrada de una tienda sería un buen lugar, puesto que es un área muy visible y todo el mundo tiene que pasar por ahí.

En una tienda pueden existir varios puntos calientes. Para reconocerlos, hay varias formas. Por un lado, los dispositivos de Internet de las Cosas (IoT), pueden delimitar las diferentes zonas de nuestra tienda, tanto frías como calientes. Usando estos dispositivos podrás conocer cuales son los productos que más se venden y detectar si la distribución de los productos en tu tienda es correcta. 

ZONAS FRÍAS

La zona fría es todo lo contrario a la zona caliente, es decir, representa la zona de la tienda donde hay poco tráfico de personas. Esto puede darse por varios motivos, o bien porque la zona no es demasiado accesible, está poco iluminada o los productos están mal organizados.

Es por ello que hay que estar muy pendientes de la disposición de todo el mobiliario y productos, para que en ningún momento bloqueen el paso de una parte de la tienda y los clientes puedan visitarla en su totalidad.

Para los que son minoristas, las zonas frías pueden suponer los metros cuadrados más caros de la tienda, por lo que saber gestionar todo el espacio para conseguir ventas es una parte fundamental.

Una de las formas en las que se pueden potenciar el tráfico de personas en estas zonas es colocar productos demandados o de primera necesidad. Además, utilizar un programa para gestión de inventarios es importante para calcular la rotación de cada producto y, con ello, saber si las estrategias que hemos llevado a cabo han tenido buen resultado.

ALTERNAR PRODUCTOS ENTRE ZONA CALIENTE Y ZONA FRÍA

Como hemos explicado, los productos con una mayor demanda generan zonas calientes. Por ello, deberíamos alternar estos productos entre las zonas calientes y las zonas frías. Una idea sería organizar los productos con mayor demanda en las zonas frías y los que tienen una menor demanda pero un alto margen de beneficio en las zonas frías.

No obstante, hay productos que también deben de estar en las zonas calientes, como los productos que tienen una vida útil corta o los que están cerca de la fecha de caducidad.

Otra idea es ir cambiando cada cierto tiempo la distribución y diseño de la tienda, ya que esto hará que los clientes perciban que hay cambios y les incite a entrar para ver las novedades. Sin embargo, este cambio debe hacerse de forma organizada. Hay que conocer perfectamente el stock y los productos que generan un mayor beneficio, así como saber la rotación de cada producto.

En definitiva, la forma de cómo y dónde colocar los productos en nuestra tienda tienen un gran impacto en el cliente y en su decisión de comprar o no comprar. Por ello, siempre tenemos que estar muy atentos al comportamiento de nuestros clientes y optimizar todo nuestro espacio para aumentar las ventas.

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